Una mañana temprano, Pedro abrió el portón de su casa y
salió a dar una vuelta por el verde prado.
En la rama de un enorme árbol estaba Pequeño Pájaro, amigo
de Pedro. "Todo parece tranquilo", gorjeó alegremente Pequeño Pájaro.
Pero justo entonces una pata apareció por ahí y se puso a corretear y a dar
vueltas. Contenta de que Pedro no cerrara la puerta había decidido darse un
buen baño en el lago.
Al ver a la pata Pequeño Pájaro bajó de su rama, se posó
sobre la hierba y encogiéndose de hombros le dijo: "Qué clase de pájaro
sos, que no puede volar?", a lo que la pata respondió: "¿Qué clase de
ave sos vos, que no puede nadar?", y se echó de cabeza al agua. Discutieron
y discutieron, el pato nadando en el lago y Pequeño Pájaro dando saltitos de
aquí para allí desde la orilla.
De pronto, algo llamó la atención de Pedro. Notó cómo una
gata se arrastraba por el pasto. La gata pensó: "El pájaro ése parece
estar muy ocupado discutiendo con la pata. Lo atraparé." Sigilosamente reptó
hasta acercársele. "¡Eh, mirá!", exclamó justo entonces Pedro, con
lo que Pequeño Pájaro alzó vuelo de inmediato mientras desde el lago la pata
graznaba enfadada a la gata. La gata comenzó a rondar el árbol en el que se
había vuelto a posar Pequeño Pájaro. "¿Vale la pena trepar hasta allí?
Mientras yo haga el esfuerzo de subir, el pájaro ya habrá volado a otro
sitio.", reflexionó la gata.
En ese mismo momento salió de la casa el abuelo de Pedro.
Estaba enfadado porque Pedro había salido al prado sin permiso. "Es un
sitio peligroso. Si un lobo viniera desde el bosque ¿qué harías?"
Pedro no hizo caso de lo que le decía el abuelo. Niños como
él no tienen miedo de los lobos. Pero el abuelo agarró a Pedro de la mano, lo
metió dentro de la casa y cerró el portón.
No mucho después de que Pedro se fuera, en efecto, un enorme
lobo gris salió de lo profundo del bosque. En un tris el gato trepó al árbol.
La pata graznó y en su nerviosismo, saltó fuera del lago. Corrió y corrió, pero
por mucho que corrió no consiguió escapar de las fauces del animal que se le
iba acercando cada vez más hasta que por fin se la zampó.
La situación ahora era ésta: la gata estaba sentada en una
rama del árbol, y pequeño Pájaro en otra, aunque... ¡no muy cerca de la gata,
por supuesto! El lobo entretanto rondaba el árbol mirándoles con ávidos ojos. Y
en el ínterin, Pedro, sin el menor atisbo de miedo se mantuvo quieto junto al
portón, observando atentamente por entre los listones lo que estaba ocurriendo
allí fuera.
Corrió a buscar una cuerda bien gruesa, y trepó por la pared
de piedra. Agarrándose fuerte de una de las ramas del árbol que sobresalía hacia
el interior de la casa por lo alto de la pared, Pedro trepó ágilmente.
"Bajá y revoloteá alrededor del lobo", le dijo Pedro a Pequeño
Pájaro. "Pero tené cuidado de que no te atrape." Pequeño Pájaro casi
rozaba con sus alas la cabeza del lobo cuando éste saltó hacia él furioso.
¡Cómo molestaba aquel pajarillo! ¡Cómo deseaba el lobo zampárselo también! Pero
Pequeño Pájaro era más inteligente que el lobo, y el hambriento lobo no puedo
con él.
Mientras tanto Pedro había hecho un lazo con la cuerda y
lentamente la dejó caer hasta que logró agarrar al lobo por el rabo y apresarlo
con todas sus fuerzas. Sintiéndose atrapado el lobo empezó a dar brincos. Pero
Pedro ató el otro extremo de la cuerda al árbol y lo único que el lobo
consiguió fue que el nudo de la cuerda se ajustase más y más. Fue entonces
cuando del bosque llegaron dos cazadores que venían persiguiendo al lobo.
"¿No dispares!", gritó Pedro desde lo alto del árbol. "¡Pequeño
Pájaro y yo hemos conseguido atrapar al lobo! Llevémosle entre todos al
zoológico."
Y ahora imaginen la triunfante procesión..: Pedro
encabezándola, detrás de él los dos cazadores arrastrando al lobo, y cerrando,
el abuelo y el gato. El abuelo movió la cabeza disgustado: "Bien, ¿y si
Pedro no hubiese conseguido atrapar al lobo, qué?" Pequeño Pájaro
sobrevolaba la procesión, gorjeando alegremente: "¡Caramba, qué valientes
hemos sido, Pedro y yo! ¡Miren lo que hemos atrapado!" Y si uno escuchaba
con mucha atención, también podía oír a la pata graznando desde dentro de la
barriga del lobo, porque con tantas prisas, ¡el lobo se la había tragado viva!
AHORA ES TU TURNO!!!
* Escribí otra historia con los personajes.
El pájaro: amigo de Pedro. Vuela muy rápido y canta alegremente. El pato: vive muy feliz nadando en el estanque hasta que llega el lobo. El gato: muy silencioso. Siempre tiene hambre y camina sin hacer ruido cuando va a cazar una presa. El abuelo de Pedro: Un poco gruñón pero quiere mucho a Pedro y se preocupa por él.
El lobo: Grande, feroz y siempre buscando alguien a quien comerse. Los cazadores: Conocen bien el bosque y llevan escopetas para cazar.
* Creá tus propias diapositivas, usando Tux Paint.